Fiel a su estilo, el campeón del mundo no deja de sorprender
En un momento del discurso que Manna compartía con los vecinos, recordando una anécdota del Mundial Italia 90´ y aquel penal que nos privó de la obtención de una Copa del Mundo, Mati expresó que ensayó en varias oportunidades aquella instancia, intentando patear el mismo penal entre dos plantas que estaban frente a su domicilio y que hacían las veces de arco de fútbol. Esas plantas ya no están, continuó el campeón del mundo, sentenciando en su relato que donará árboles a la ciudad para que se coloquen en una nueva plaza y que no solo sirvan de arcos de fútbol, sino para generar espacios en donde se desarrollen los futuros talentos de la ciudad. Un verdadero crack, con las raíces bien sólidas y una cantidad provechosa de frutos que hoy comparte con las actuales y futuras generaciones.

