Radio San Vicente cumple hoy 42 años de vida

Resulta bastante complejo festejar en estos tiempos. Es prácticamente imposible descontextualizar para olvidar por un momento el tapabocas y exteriorizar tanta sonrisa que de manera sustancial soporta las ganas de adjetivar un momento tan importante en la vida como lo es cumplir años.

De todos modos, intentaremos el ejercicio de compartir estas palabras, no solo porque constituyen una formalidad para la causa que nos ocupa, sino particularmente porque se trata de  una necesidad impostergable el deseo de agradecer.

Nuestra emisora cumple hoy 42 años de vida, desde siempre, al servicio de la comunidad y con un claro compromiso de acompañar las muchas expresiones que a lo largo de la historia pudieron expresarse a través de nuestros micrófonos.

Pasaron tantas cosas en este tiempo compartido…

Pensemos solamente en el hoy, una pandemia ganó protagonismo hace meses y cambio nuestra normalidad, y pese a ello, la Radio siempre está. Y en su esencia más amplia y pura, con la magia incomparable y sin fechas de vencimiento que potencia las emociones en perfecta armonía entre música y palabras.

 Entiendo perfectamente que no es potestad absoluta de esta actividad hacer mención al significado del esfuerzo. Existen, sin dudas, muchas personas que cada día se levantan con el firme deseo y gran convicción de llevar adelante sus actividades y horrar los compromisos que se transforman en el gozo de avanzar y creer. Pero no podemos dejar de citar el gran trabajo que tratamos hacer cada día para que nuestra Radio, la Radio de San Vicente, la primera, aquella que se ganó el título de “Una Radio como quiere la gente” no pierda esa consideración en la comunidad toda y también en la región.

No se trata de comparar, pero hace algunos años - nadie puede negar - cambiaron las reglas de juego en las cuestiones sociales, en donde los valores parecen tomarse largas vacaciones y en consecuencia las igualdades que se disfrazan de supuestas buenas intenciones con el liviano argumento de “no pudo quedar mal” impulsan generalmente a la superficial calificación de algunas expresiones, sin analizar con el real peso específico las condiciones de quienes hacen (dicen) y sus posteriores conductas que respalden la noble y al mismo tiempo responsable tarea de comunicar.

No olvidamos a todos quienes fueron parte de nuestro medio, a quienes de manera muy sencilla y seguramente lejana a su real merecimiento, convocamos hace dos años para festejar nuestro 40 aniversario. A todos los recordamos, a los que dejaron huella imborrable y a los fugaces también. La sumatoria de estos aportes individuales constituyen la construcción colectiva de la Radio y su aporte para con la comunidad, sus vecinos, instituciones, comercios, empresas, entidades intermedias, en fin…San Vicente en su máxima expresión.  

Por último, y para firmar estas palabras, me permito una referencia  a título personal que me reclama el interior de mi alma y sostiene con fuerza este sentimiento sobre mi domicilio, el aire.

Desde hace más de 4 años trasladamos FM 93.5 a los actuales estudios de calle Belgrano 101, y hace más de 10 años que el Sr. Marcelo J. Ramello me dispensó la responsabilidad de conducir el medio. Y lo acepté, gustosamente y con mucha responsabilidad. El corolario de aquello sería lograr la titularidad de la licencia, como director. No por el título, que en última instancia será para la tribuna, particularmente por la formalidad que resume el comportamiento de los hombres de bien.  Claro que todo tiene un proceso, legal y jurídico, y también económico.

Con muchas expectativas deseábamos tener resuelta aquellas cuestiones en el año de nuestro traslado (2016) cuando iniciamos los trámites. Luego de postergaciones, que en un país como el nuestro hasta terminamos aceptando como “lógicas” – maldita burocracia – vimos postergar los anuncios para el 40 aniversario de la Radio. Si hasta sentíamos no tener dudas que allí sería la muy grata posibilidad de oficializar la buena nueva. Incluso era ÉL momento. Pero no. Y aquí estamos, otros dos años después, en la misma espera que mantiene en pausa dura y fría un desenlace que tal vez nunca termine por resolverse. Vaya uno a saber…

Porque cito esto? Simple, la defensa de la verdad continúa siendo nuestra principal bandera, aquella que flamea heroicamente con sus pares que representan la responsabilidad, el compromiso, la valentía, el amor y la pasión… la misma que cultivamos desde el primer día.

Muchas gracias a todos quienes nos ayudan a izarlas cada día, en lo más alto, sin  caducar ante vientos injustos que desafían su imponente paisaje desde el esfuerzo de un pequeño grupo de personas que solo trata de hacer algo para contribuir a una comunidad en constante debate entre lo que está bien y lo fácil.

Aquí seguimos apostando por lo que está bien, quizás en algún momento el cumple de la Radio tenga un nuevo argumento para sentirme aún más feliz y realizado.

A mi familia, perdón por la ausencia y gracias por tanto

 

Alejandro Alanda – Un integrante más de la historia de la Radio